En la entrada de hoy vamos a hablar de los vinos afrutados, que como su propio nombre indica hacen referencia a ciertos caldos que poseen aromas de moras, cerezas, ciruelas, melocotones o frambuesas. ¿Alguna vez los has probado? Os mostraremos todos los secretos de esta apasionante bebida, hablaremos sobre las distintas tipologías de vinos afrutados que existen e intentaremos convertirnos en expertos sumilleres. ¡Vamos con ello!
 

Un vino con personalidad propia

Estos vinos por norma general están relacionados con los caldos más jóvenes de cualquier tipo: blancos, tintos y rosados, ya que cualquier variedad es susceptible de ser afrutada. Sin duda alguna el elemento más importante que hay que tener en cuenta para su elaboración es elegir una uva apropiada, que debe poseer unas características de aroma significativas y estar en su punto de madurez óptimo.
Si se cumplen estos requisitos, la uva entra en un proceso de maceración y fermentación que deberá llevarse a cabo en condiciones muy específicas, como por ejemplo unas temperaturas muy bajas. Como curiosidad, cuanto menos tiempo estén en la barrica más aroma tendrán, algo muy a tener en cuenta para potenciar sus propiedades.
 

Características de los vinos afrutados

¿Cómo los describiríamos? Pues se trata de caldos normalmente ligeros aunque eso no evita que tengan su propia personalidad, con una enorme fragancia y una acidez que destaca por su equilibrio. Pero es sobre todo en su peculiar aroma donde termina por seducirnos, un auténtico gusto para los sentidos que deja un nuestra boca una sensación llena de sedosidad muy agradable.
Si quieres que en tu boca estalle una montaña de sabores y experimentar unos aromas muy intensos y estimulantes, ésta puede ser la elección más recomendada. Solo una cosa, debes tener cuidado de no confundir los vinos afrutados con otros que en realidad tienen una sabor dulce, como suele pasar con algunos blancos. Ante la duda examina con cuidado la etiqueta.
 

Una gran variedad para elegir

Actualmente y por fortuna podemos encontrar en el mercado una amplia diversidad de vinos afrutados para elegir y experimentar. Por supuesto, no todos saben igual y el abanico de aromas que nos proporcionan es realmente abrumador. Según la variedad vamos a encontrar caldos con matices de todo tipo de frutas, desde rojas a tropicales.
En Euskadi el vino aromático por excelencia es el txakoli, que se toma fresco y está elaborado en depósitos de acero inoxidable a partir de uvas seleccionadas. Si nos vamos a tierras gallegas tenemos que hablar del albariño, que destaca por su toque cítrico debido a las uvas blancas que emplea. Y si te gusta el sabor a melocotón, entonces posiblemente la mejor opción que tienes es un chardonnay.
Por último, vamos a hablar de los rosados afrutados, donde predomina el aroma a frutos rojos como las fresas y las cerezas y que en el paladar son tan dulces que en ocasiones nos pueden recordar a un caramelo. Un buen ejemplo de este tipo son los vinos rosados de Toro.