Hoy os hablamos de algunas curiosidades históricas acerca del oro líquido: el aceite de oliva.

El origen de la palabra aceite es árabe, al igual que la palabra aceituna y proviene del árabe az-zait que significa jugo de aceituna.

La cantidad de aceite de oliva necesaria para cocinar o freír es menor que la que se necesita de otros tipos de grasas ya que el aceite de oliva «crece» al calentarse.

Fue Homero el primero que llamó al aceite de oliva «oro líquido».

Los antiguos romanos clasificaron el aceite de aceituna en cinco calidades:

  • “oleum ex albis ulivis» procedente de las aceitunas verdes.
  • «oleum viride» procedente de aceitunas recogidas en el estado más avanzado de maduración.
  • «oleum maturum» procedente de aceitunas maduras.
  • «oleum caducum» procedente de aceitunas caídas a la tierra.
  • «oleum cibarium» procedente de aceitunas casi podridas, que fue destinado a la alimentación de los esclavos.

¿Sabéis más curiosidades sobre el aceite? ¡Somos todo oídos!