En la entrada de hoy vamos a hablar sobre el AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra), un peso pesado de nuestra gastronomía que no puede faltar en las mejores mesas. Veremos sus principales características, cómo se extrae, algunas curiosidades del proceso y finalmente os daremos algunos consejos sobre su consumo.
AOVE
AOVE son las siglas de Aceite de Oliva Virgen Extra, una calificación que realiza el Consejo Oleicola Internacional y que engloba a los aceites de oliva que tienen la máxima calidad. Estos caldos cumplen con todos los requisitos químicos y organolépticos que marca la ley y no presentan defectos de ningún tipo, tanto en su sabor como en su aroma o color.
Todos los AOVE se obtienen en la actualidad a través de medios mecánicos y se extraen a temperaturas no superiores a los 24 grados desde una centrifugadora, de ahí que en algunas botellas aparezca la frase “primera presión en frío”.
Aceite de Oliva Virgen Extra: fuente de salud
Se trata del aceite más saludable que podemos encontrar en el mercado, ya que la extracción se hace directamente desde el fruto y por tanto mantiene intactas todas las características especiales de este alimento: ácidos grasos monoinsaturados, antioxidantes naturales como los polifenoles y otros elementos que ayudan a cuidar nuestra salud cardiovascular.
¿Engorda? Pues como cualquier otra grasa, por lo que su consumo siempre debe ser moderado. Pero has de saber que el aceite de oliva está especialmente indicado para dietas equilibradas y en pequeñas cantidades es muy beneficioso para el organismo.
Variedades del AOVE
En nuestro territorio se concentra casi la mitad de la producción mundial de aceite de oliva virgen extra, más de 30 Denominaciones de Origen distintas e interminables variedades de aceituna tales como la arbequina, hojiblanca, manzanilla, picual o cornicabra, cada una de ellas con sus características y sabores únicos.
Consumo del aceite de oliva
Según los datos estadísticos, el consumo de aceite de oliva (y no solo del virgen extra) alcanzó el año pasado la cifra de casi 10 litros por persona, lo que demuestra que este alimento tiene cada vez más presencia en nuestras casas.
Hay una cosa muy importante que debes saber acerca del aceite de oliva y es que cada cosecha tiene una duración muy limitada. Es decir, que a medida que pasan los meses y a diferencia del vino va a perder parte de sus propiedades, sobre todo organolépticas. Esto es algo que se observa en su color, que se va “apagando” y por supuesto en su sabor, que adquiere matices extraños.
La oxidación se da sobre todo en especies que tienen una menor estabilidad genética, tales como la arbequina, mientras que en otras como la picual este proceso degenerativo es mucho más lento.
Conservación del AOVE
¿Cómo prevenir todo esto? Pues consumiéndolo en el tiempo adecuado y sobre todo cuidando su conservación. En este sentido, la exposición directa a la luz del sol y el aire son los elementos que más van a propiciar la oxidación y por tanto los que debemos evitar a toda costa. Lo mejor es conservar el aceite en un lugar que sea seco y oscuro, siendo los envases más aconsejados las latas o los tetrabriks.