Qué es el Rodaballo [Características + Receta]

El rodaballo ha recibido muchos nombres a lo largo de la historia. Es conocido como turbot en Francia, rémol en Cataluña, clavudi en Asturias, coruxo en Galicia o arrebollo en el País Vasco. Y también como el faisán de los mares o el rey de la Cuaresma. Apelativos que hacen referencia a uno de los manjares más exquisitos que puedes presentar en tu mesa.

Durante siglos, este bocado estuvo reservado a la nobleza. Por suerte, en la actualidad cualquier persona puede disfrutarlo y darse un capricho. En la entrada de hoy vamos a hablar del rodaballo. Os mostraremos sus características y la mejor forma de degustarlo con una receta original y sorprendente. ¡Empezamos!

 

Características del rodaballo

El rodaballo pertenece al orden de los pleuronectiformes, que popularmente se llaman peces planos. Viven en el fondo del mar y tienen forma de círculo romboidal. De hecho, en la antigua Roma eran llamados rhombus. Y en Grecia Lira del Mar, relacionado siempre con el dios Apolo.

Destaca por su enorme boca, pequeños dientes afilados y tener los dos ojos en el lado izquierdo. Su cara posterior en de color blanco, mientras que la piel varía desde tonos marrones, ocres, negros, verdes o azulados.

Esto no tiene nada que ver con el estado del pez o su calidad. Simplemente, el rodaballo es capaz de imitar los colores de su entorno como hace el camaleón. De esta forma se camufla a la perfección de sus depredadores.

 

El rodaballo en la antigüedad

En la antigüedad, el rodaballo era un alimento de reyes. Autores clásicos como Ovidio y Plinio mencionan su importancia entre las clases altas romanas. Para que te hagas una idea de su valor, este pescado se podía cambiar por una vaca entera o varios esclavos.

El rhombus de Rávena era el mejor considerado y también se utilizó para fabricar el garum. Pescado en salazón de terrible aroma, pero con un sabor muy apreciado. De hecho, tanta era su popularidad que tenemos constancia de que se crearon piscifactorías para satisfacer la demanda.

 

Propiedades nutricionales

Este pescado tiene una piel dura sin escamas visibles. La mayoría de los ejemplares miden entre 40 y 50 centímetros y pesan en torno a los 2 o 4 kilos. Sin embargo, se han llegado a pescar rodaballos que superaban los 20 kilos y llegaban casi al metro de longitud.

Su carne es blanca, firme y muy sabrosa. Rica en Omega 3, vitaminas del grupo B y minerales como el fósforo y el selenio. Además, solo tiene 120 calorías por cada 100 gramos. Por lo que se trata de un alimento ideal para dietas equilibradas y de adelgazamiento.

 

Las mejores recetas de rodaballo

Existen muchas recetas distintas, pero todas tienen algo en común. Es indispensable no cocinarlo demasiado, ya que la carne perdería sabor y textura. Laguipière creó expresamente para Napoleón el rodaballo imperial, escalfado en leche y servido con salsa de trufas.

Pero no es necesario ser un emperador y conquistar media Europa para disfrutar este alimento como se merece. En Boroa tendrás la oportunidad de probar nuestro exquisito rodaballo, de una ración o para tres, ideal para degustarlo en casa. ¡Te esperamos!