Hoy vamos a hablar del que posiblemente sea el propósito de año nuevo más común, que no es otro que comer sano para aliviarnos de los excesos de las navidades. Una tarea nada sencilla y que casi siempre acabamos dejando a medias, por lo que en esta entrada os vamos a mostrar una serie de consejos para que tengáis éxito en este 2017.

Confecciona un plan

Para empezar, es buena idea que te plantees una serie de metas realistas y te ciñas a un calendario. Perder peso sin planificación no suele dar buenos resultados, así que divide tu objetivo principal en otros más pequeños y organiza tu tiempo para que puedas hacer ejercicio al menos tres veces por semana.

Compra alimentos saludables

Para comer sano hay que habituarse a comprar alimentos saludables y equilibrados. En este sentido, el menú de tu dieta te indicará lo que necesitas y todo lo demás deberías evitarlo, ya que son tentaciones que es mejor no tener a mano. Elabora tu compra teniendo en cuenta los ingredientes que necesitas y siempre que puedas elige alimentos frescos en lugar de envasados, sobre todo aquellos que son de temporada.
Acudir al mercado con hambre es mala idea, ya que posiblemente compres de forma más compulsiva, sobre todo en lo relativo a dulces y alimentos ricos en azúcar. Y es que este tipo de comida basura es la que más nos apetece cuando nos ruge el estómago.

Cocina de forma sana

Ahora que tienes ingredientes sanos llega el momento de cocinarlos. Las hortalizas pueden hacerse al vapor, ya que de esta forma conservan buena parte de sus nutrientes y su textura es muy agradable al paladar. En cuanto al pescado o la carne, lo mejor es hacerlos a la plancha y sin usar aceite. La pasta ha de cocinarse al dente, ya que de esta forma se reduce su aporte glucémico y conserva mejor el almidón, arañando unas cuentas calorías al plato.
En cada comida debe haber abundante presencia de verduras y frutas, ya que además de su aporte de fibra y otros nutrientes nos hacen sentir más saciados. Y tienes que combinar aquellos alimentos teniendo en cuenta sus propiedades. Por ejemplo, los alimentos de hojas verdes encajan a la perfección con cítricos y otras fuentes de vitamina C, mientras que la fruta fresca es recomendable acompañarla de lácteos, ya que la acidez de las primeras favorece la absorción del calcio.
Acostúmbrate cocinar los alimentos justo antes de comerlos. En este sentido, las frutas y verduras que se preparan minutos antes de consumirlas conservan mejor sus propiedades, tienen mejor color y textura que aquellas que llevan varias horas cortadas.

Come adecuadamente

No solo basta con comprar y cocinar sano, también es necesario cuidar la forma en que comemos. Mastica bien y saborea cada bocado, no tengas prisa alguna y facilitarás la digestión al mismo tiempo que la comida te saciará más.
Elige un lugar tranquilo y sin distracciones, ya que consumir inconscientemente nos dejará una sensación de hambre en el cuerpo. Por lo tanto, evita los almuerzos y cenas en tu mesa de trabajo o mientras estás viendo la televisión.