En la actualidad existen miles de variedades de dulces capaces de satisfacer a la perfección los paladares más exigentes. Sin embargo, en la entrada de hoy vamos a viajar atrás en el tiempo para mostraros el más antiguo de ellos, el dulce original que hacía las delicias de nuestros antepasados hace cientos de años. ¿Cuál será? ¿Dónde surgió? A continuación os mostramos todas las respuestas.
Un sabor prehistórico
Muy pocos son los que dicen que no a un dulce y es que la vida se ve con más optimismo cuando te llevas a la boca una delicatesen tan deliciosa. Pero ese subidón en el estado de ánimo no es nuevo, ya que el ser humano ha tenido preferencia por este tipo de alimentos desde hace tiempo. En realidad, todo comenzó con la miel.
Nos tenemos que remontar a la prehistoria, hace millones de años, para descubrir los primeros indicios del aprovechamiento de la miel. Era lo único que tenían para endulzar las comidas y lo proporcionaba la propia naturaleza, por lo que se trata de unos de los productos alimenticios más antiguos y el primer antecedente de los dulces actuales. Para saborear el resultado final todavía tendríamos que esperar algunos siglos más, hasta que se descubrió la forma de hacer azúcar.
El dulce más antiguo de la historia
Hay evidencias de que el azúcar comenzó a refinarse allá por el 200 antes de nuestra era, por lo que suponemos que un tiempo después alguien tuvo la idea de hacer caramelos, el dulce más antiguo de toda la historia de la humanidad. Siempre se pensó que tenía propiedades terapéuticas y las primeras referencias en la literatura se remontan al año 1.200, cuando el poeta persa Jalai ad Din Rumi habló excelencias de este alimento.
Con certeza, sabemos que los caramelos se elaboraban en el siglo IX, ya que los primeros registros conservados datan de estos años. Pero es probable que existieran desde mucho antes ya que su proceso de elaboración es muy sencillo, lo que unido a su exquisito sabor explica su perduración a lo largo de la historia.
El caramelo en tiempos modernos
El uso industrial del caramelo surgió en el siglo XIX en Estados Unidos y desde entonces las nuevas tecnologías han permitido aumentar considerablemente su producción y variedad. En este sentido, hoy en día disfrutamos de algunos dulces clásicos como por ejemplo las pastillas Juanola, con una mezcla de regaliz, mentol y eucalipto que va genial para la tos. O los caramelos Solano, a base de leche y café que ayudó a curar miles de catarros en Logroño. Y nos dejamos los Sugus, los Werther’s Original o los Chupa Chups.
Y hasta aquí la entrada de hoy, un poco más dulce que de costumbre, que esperamos que os haya encantado. Los caramelos nos han acompañado prácticamente desde siempre y cuando no existía el azúcar se empleaban otros sustitutivos como el regaliz o la miel. Saben bien, caben en el bolsillo y nos sacan una sonrisa. ¿Qué más se puede pedir?