El queso Pule es actualmente uno de los más caros del mundo. Generalmente, las variedades más exigentes se elaboran en Europa y su precio está justificado por una serie de factores, como las características de su proceso, la dificultad de obtención de la materia prima o su estacionalidad. Algunos ejemplos los tenemos en el queso Stilton inglés, hecho a base de leche de alce, o en los franceses Vacherin o Brie de Meaux.
Una producción mínima
Este maravilloso queso se obtiene en exclusiva de una reserva natural situada en la pequeña ciudad serbia Sremska Mitrovica, al norte de Belgrado. El proceso de fabricación es realmente curioso. Primero hay que ordeñar la leche de una raza concreta de burros que solo se encuentran en los Balcanes. En esta reserva, conocida como Zasavica, apenas podemos encontrar un centenar de estos animales, cuyo litro de leche llega a alcanzar los 40 euros en el mercado.
Sin embargo, por cada kilo de queso Pule (palabra que en serbio quiere decir potro) es necesario gastar al menos 25 litros de esta leche especial, así que haciendo las cuentas, ya empezamos a entender por qué se trata del queso más caro del mundo.
Características del queso Pule
Esta leche tiene un nivel de grasa realmente bajo, por lo que hasta hace poco se usaba en la elaboración de productos cosméticos, jabones y algunos tipos de licores. Pero, aunque parezca curioso, jamás se había empleado para hacer quesos. Hasta ahora.
El precio varía enormemente debido a su escasa producción y su amplia demanda, pero éste ronda los 1.000 euros por kilo. Es sin duda uno de los quesos más caros del mundo, con una calidad acorde a su precio.
Un proceso tradicional
Como comentábamos antes, apenas quedan un centenar de estos animales para elaborar el queso Pule, que deben ser ordeñados 3 veces al día en un proceso que se hace totalmente a mano. Estas burras producen una cantidad de leche muy reducida, de hecho hacen falta al menos 15 animales para obtener un solo litro al día. Y si hacen falta 25 litros para un kilo de leche, entonces puedes entender perfectamente lo limitado de su producción y el alto precio que alcanza en el mercado.
En esta zona también se comercializa la leche de burra embotellada. Los nutricionistas afirman que esta leche tiene propiedades muy saludables para el ser humano, es antialergénica, contiene solo un 1% de grasas y hasta 60 veces más vitamina C que la de vaca.
Sostenibilidad y sabor
Gracias a la producción del queso Pule ha sido posible salvar de su extinción a esta raza de burros serbios, en un excelente ejemplo de que se pueden combinar la producción y la sostenibilidad medioambiental.
El queso Pule es de color blancuzco y fácilmente desmenuzable, algunos expertos han descrito su sabor con ciertas similitudes al manchego español, aunque es aún más intenso en el paladar.
¿Te parece caro? Pues los productores afirman que si este proceso se llevara a cabo en otra parte de Europa, el precio final sería 3 o 4 veces superior al actual. Es decir, que están haciendo un tremendo esfuerzo al vender este queso a tan solo 1.000 euros el kilo. Cuestión de bolsillos.