A lo mejor te has fijado que en ocasiones el txakoli se sirve escanciado y en vaso y en otras directamente en la copa sin escanciar. En caso afirmativo, posiblemente te haya hecho dudar de cuál es el modo correcto para hacerlo. En la entrada de hoy te vamos a explicar el porqué de uno y otro método y de paso te mostraremos una pequeña guía para servirlo.
¿Qué es txakoli?
Para aquellos que no sepan de que estamos hablando, diremos que se trata de un vino generalmente blanco que se produce en Euskal Herria y algunas zonas de Cantabria y Burgos. Está elaborado con uvas que poseen un cierto gusto ácido, de sabor ligero y con una graduación alcohólica ligeramente inferior a los caldos tradicionales. Según las variedades su carbonación varía y como veremos más adelante esto es determinante en la forma de servirlo.
¿Escanciado o no?
Entonces, ¿se escancia o no? Los que más saben sobre el tema aseguran que el truco está en conocer las distintas Denominaciones de Origen del txakoli, ya que al igual que cambia su color o sabor también lo hace la manea de servirlo. Es decir, que no debes tratar igual a un txakoli con denominación de Bizkaia que otro de Getaria.
Txakoli con Denominación de Origen de Getaria
Por ejemplo, estos últimos es mejor servirlos escanciados ya que son caldos que destacan por poseer una leve carbón por carbonatación. Por tanto, al hacerlo del mismo modo que la sidra conseguimos que se desprendan estos elementos carbónicos que realzan el conjunto de aroma y sabor. El escanciado del txakoli de Denominación de Origen de Getaria ha de hacerse a una altura de unos veinte centímetros más o menos.
Txakoli con Denominación de Origen de Bizkaia
Vamos a mencionar ahora otro ejemplo, el del txakoli de Bizkaia y Araba. Los caldos de esta Denominación de Origen no se sirven escanciados y es mejor que se consuman directamente en la copa. Al contrario que el caso anterior, este vino blanco apenas tiene carbón por carbonatación y por tanto el escanciado no le aportaría ningún beneficio adicional.
La elección del vaso
Una vez que hemos dejado claro que la forma de servir el txakoli depende de su denominación, vamos a pasar a hablar de la elección del vaso más adecuado, que por cierto atiende a los mismos criterios que hemos visto anteriormente. Por ejemplo, para los txakolis de Getaria lo mejor es usar un vaso ancho y plano, exactamente igual que el que se usa para la sidra. Mientras que los vinos con Denominación de Origen de Bizkaia y Araba se recomienda usar copas, ya que no es necesario escanciarlos.
Tu elección personal
Una vez dicho todo esto, hemos de advertir que se trata simplemente de unas normas generales que no tienen por qué adaptarse a los gustos de cada uno. El txakoli es una de esas bebidas que se disfruta de manera muy personal y si prefieres usar copa de vino en vez de un vaso ancho no hay ningún tipo de problemas.