Hoy vamos a hablar de una de las razas de ovejas más antiguas de Europa, la oveja latxa. Entre sus características podemos destacar su carácter montaraz, su fuerza y gran elasticidad. Se adapta a la perfección a entornos abruptos con alta presencia de lluvias y el carácter belicoso de sus carneros es legendario.
La palabra “latxa” significa “basta”, en alusión al tipo de lana tan burda que tiene esta especie de ovinos, mientras que en Francia es conocida con el nombre de “Manech”. Esta oveja sale a pastar casi todos los días en las zonas templadas con un tipo de trashumancia corta, es decir, de valle a montaña. Durante la producción el rebaño permanece en las zonas más bajas y posteriormente sube a los pastos de montaña cuando llega el calor.
Todo este proceso es muy importante desde el punto de vista ecológico, ya que permite aprovechar recursos forrajeros que serían desperdiciados y además limpia los montes. Su alimentación es básicamente a partir del pastoreo, aunque en momentos de necesidad esta dieta puede completarse con otros tipos de concentrados.
Producción lechera y lanera
Las ovejas latxas se ordeñan entre 5 y 6 meses al año. Esta leche se usa junto a otras como la Carranzana para fabricar el delicioso queso con Denominación de Origen Idiazábal y también el Roncal de Navarra. Hay que destacar la elaboración totalmente artesanal de estos quesos y el hecho de que están a la venta desde los mismos centros de producción.
En cuanto a la lana, la oveja latxa produce un vellón muy basto formado por fibras gruesas sin ondulaciones. Sus especiales características la hacen muy resistente a la lluvia, ya que el vellón no retiene el agua y por tanto el animal evita riesgos de enfermar por neumonía. Uno de los elementos más originales de esta especie es que el vellón parte de la columna vertebral formando dos zonas totalmente simétricas.
Esta lana ha sido tradicionalmente usada para realizar colchones, de ahí su sobrenombre de “lana colchonera”, pero actualmente en casi su totalidad es exportada para hacer alfombras y tapices. Dentro de las categorías que marca la legislación, esta lana entra dentro de los tipos VII y VIII.
Características generales
Se encuentran sobre todo en el noroeste de Navarra, este de Vizcaya, noreste de Álava y en toda Guipúzcoa. La raza latxa incluye ovinos de perfil recto, largas proporciones y tamaño medio, con un vellón blanco y abierto y una lana muy gruesa. Dentro de esta denominación general podemos encontrar dos variedades principales que están bien diferenciadas:
Latxa de Cara Negra (Ardi latx muturbeltz)
Esta raza se caracteriza por el color oscuro en extremidades, cabeza y faneros. En algunas zonas de Navarra ambos géneros presentan cuernos, mientras que en el resto del País Vasco las hembras no lo tienen y los machos a veces tampoco.
Latxa de Cara Rubia (Ardi latx muturgorria)
La principal variación la encontramos en el color de la cabeza y las extremidades, ya que en esta especie predominan los blancos y rojos, con algunos matices más rubios. En cuanto a la cornamenta, las hembras no tienen y los machos la presenta