En el pequeño río Le Belon, al sur de la bretaña francesa, se producen desde finales del siglo XIX las ostras Cadoret, una de las variedades más prestigiosas que existen en la actualidad y todo un clásico de la alta cocina mundial. Si quieres saber más sobre este exquisito manjar y el mejor restaurante donde puedes disfrutarlo, te recomendamos que no te pierdas nuestra entrada de hoy.
Origen de las ostras Cadoret
Lebón tiene una geografía muy peculiar, ya que se trata de una zona de fiordos que se adentran tímidamente en el océano Atlántico. En las rías, la familia Cadoret lleva 5 generaciones explotando sus granjas ostrícolas, que aprovechan todas las ventajas de la combinación del agua dulce y salada. El resultado es un producto de excelsa calidad que recibe varias denominaciones, como Planas de Le Belon, Finas de Bretaña o Perlas Negras.
El proceso apenas ha cambiado desde 1880, en un entorno natural donde todas las tareas se hacen a mano dentro del agua. Pero eso no significa que la actividad sea frenética, especialmente cuando se acercan las fiestas de Navidad, ya que su producción supera las 3.000 toneladas al año.
¿Cómo se crían las ostras Cadoret?
Las ostras nacen en alta mar y a medida que crecen van llegando a la bahía de Carantec, donde se encuentran 200 hectáreas de criaderos. Allí se organizan en distintas bolsas, que se revisan cada día para hacer un seguimiento del engorde y comprobar que todo está perfecto. Esta fase de maduración puede llegar a durar unos 3 años, momento en el que las ostras se trasladan a la granja situada en el río Le Belon.
A continuación, llega el proceso de afinado, una tarea altamente cualificada que solo la dinastía Cadoret domina a la perfección. En esta época las ostras se seleccionan en función del calibre y la categoría, sumergiéndose durante un máximo de 9 meses en aguas salobres (que tienen un punto de sal intermedio entre el agua dulce y la del océano) para que mejore su sabor, textura y adquieran más nutrientes.
El proceso ya está casi listo, solo queda introducir las ostras en un estanque para enjuagarlas durante 48 horas. Finalmente, se colocan con mucho mimo en cenachos ordenados por docenas y se disponen para su distribución y venta, que se concentra sobre todo en Europa y el mundo asiático.
Las ostras Cadoret en la gastronomía
Estos moluscos son muy apreciados por la mayoría de los comensales, aunque en ocasiones despiertan sentimientos encontrados. Su sabor es muy delicado y su textura agradable en el paladar, por lo que lo más habitual es consumir las ostras crudas con un simple chorrito de limón. Aunque también es posible escalfarlas o gratinarlas, así como formar parte de salsas y elaborar deliciosas sopas.
Además, tienen pocas calorías y un montón de minerales y vitaminas que son esenciales para el organismo. ¿Se te ha abierto el apetito? Pues entonces nuestro consejo es que te pases por Boroa, ya que en su carta podrás degustar las auténticas Ostras de Cadoret, uno de los mejores productos del mar con producción totalmente artesanal.