En la entrada de hoy vamos a hablar de una de las joyas gastronómicas: se trata de las vieiras, un molusco primo de las almejas y las ostras que se es conocido por su exquisito sabor. Asociado popularmente a la cocina gallega, también tiene una importante presencia en nuestra mesa y forma el elemento central de una gran cantidad de platos considerados gourmet.
Curiosidades de las vieiras
Su nombre viene de Venus, la diosa del Amor, debido al parecido de este alimento con el órgano sexual femenino. Está compuesto por dos conchas, una de ellas plana y de color rojo, y otra más cóncava, ondulada y de tono más pálido, que sobresale un poco debido a su mayor tamaño. Lo que nosotros nos comemos es realmente el abductor de este molusco, el músculo encargado de abrir y cerrar las conchas. Gracias a este movimiento de apertura y cierre las vieiras pueden nadar y desplazarse por el agua sin problemas.
Otra curiosidad es que se trata de un animal hermafrodita, de hecho, cuando las abrimos podemos ver una parte de color naranja que corresponden a las glándulas femeninas y su base blanca que son las masculinas. Viven cerca de la costa sobre la arena o piedra y rara vez se aventuran a más de 100 metros de profundidad en su búsqueda de alimentos. Su dieta se basa en el fitoplancton y otras partículas orgánicas que se encuentran suspendidas en el agua. En cuanto a su tamaño, suelen rondar los 250 gramos de media, aunque los ejemplares engordados en bateas pueden superar el medio kilo de peso.
Variedades de las vieiras
Existen dos tipos principales de vieiras: las mediterráneas y las atlánticas. Las primeras miden de 8 a 10 centímetros, mientras que las segundas pueden alcanzar hasta 15 y son las que gozan en la actualidad de mayor prestigio. La recolección solo puede llevarse a cabo en invierno y los moluscos deben tener un tamaño mínimo de 11 centímetros para ser aceptados por las normativas.
Las zamburiñas y las volandeiras son primas lejanas de la vieira, aunque mucho más pequeñas. Entre ambas la más valorada es la primera, que destaca por su sabor suave y menos intenso que las vieiras, además de resultar mucho más asequibles desde el punto de vista económico. De esta forma, las zamburiñas se convierten en un alimento para el día a día mientras que las vieiras se reservan para ocasiones especiales.
Uso gastronómico
Su carne es firme y con una textura ligeramente fibrosa, destacando por su alto aporte en proteínas, vitaminas y oligolementos. Además, apenas tiene 50 calorías por cada 100 gramos, lo que lo convierte en un alimento especialmente recomendado para dietas equilibradas. Los mejores ejemplares se consiguen durante los meses de diciembre a febrero, ya que en esta época el agua está más fría y aumenta la calidad de la pieza. En la actualidad, es uno de los productos más demandados durante la navidad y se puede consumir de muchas formas distintas: crudo, a la plancha, gratinado, cocido, estofado o asado.