En realidad, que un alimento sea raro o no depende del lugar del planeta en el que nos encontremos. En este sentido, lo que para algunos es un manjar habitual para otros se convierte en una experiencia culinaria muy bizarra. En la entrada de hoy os vamos a mostrar una serie de alimentos que por su exotismo y características merecen estar en la lista de los más extraños. Al menos, claro está, desde nuestro punto de vista.

Nepenthes

¿Qué son los nepenthes? Pues se trata de plantas carnívoras originarias de Australia, aunque también se pueden encontrar en las islas de Borneo o Sumatra. Poseen una curiosa forma de saco y para atraer a los insectos segregan un néctar muy dulce. Pues bien, mediante un proceso de secado de la planta y un relleno con arroz se obtiene el Nasi Periuk Kera, una exquisitez que se cocina en pequeñas jarras y se sirve con agua de coco.

Shirako

Nos vamos directos a Japón para degustar un plato que puede alcanzar sin problemas los 500 euros. Aunque no todos seríamos capaces de probarlo. Y es que esta delicia de la gastronomía nipona tiene como ingrediente principal el semen de Fugu, que es una variedad de pez globo. Su textura es blanca y muy gelatinosa y a veces se sirve en crudo acompañado de algas, aunque para que la experiencia sea más llevadera también puede freírse y condimentarse con múltiples salsas.

Blighia sapida

Esta fruta proveniente de África tiene un aspecto tan atractivo por fuera como grotesco por dentro. Posee multitud de nombres, aunque popularmente se la llama “akee”, que vendría a significar “cerebro vegetal”. Forma parte de muchos platos y en Jamaica por ejemplo es muy típico que se cocine con bacalao y chiles. ¿Cuál es el su problema? Pues dejando atrás su aspecto, esta fruta es terriblemente tóxica y solo puede ser consumida en un estado avanzado de maduración. Si se come antes, podría provocar la muerte.

Sannakji

¿Quieres pelearte con la comida? En este caso te va a encantar comer sannakji, una variedad de pulpo coreano que tiene la particularidad de servirse vivo y entero. Por lo tanto, no queda más remedio que atraparlos con destreza y paciencia y masticar bien mientras se debaten en tu boca, ya que las ventosas podrían adherirse y acabarías asfixiándote. Para los que no deseen tal experiencia, existe también la opción de probarlos en trozos o en brocheta.

Casu marzu

Y curiosamente, vamos a acabar la entrada de hoy en el mar mediterráneo. Concretamente visitaremos la isla de Cerdeña para probar uno de los alimentos más raros que existen en el mundo. Se trata del casu marzu, un queso que se prepara con las larvas de la mosca Piophila casei, una plaga para el resto de variedades que en este caso forma parte esencial del proceso de fermentación. Lo más curioso de este plato es que las larvas siguen vivas, por lo que estarán saltando de un lado a otro mientras lo degustamos. La UE ha prohibido su venta, aunque los productores italianos siguen elaborándolo.