¿Es saludable comprar comida congelada?
Seguro que más de una vez te has preguntado acerca de la calidad de los productos congelados en relación a los frescos, sobre todo porque hay una creencia popular que afirma que estos últimos son los únicos que retienen todos sus nutrientes. En la entrada de hoy vamos a hablar sobre un estudio reciente que profundiza sobre este tema y analizaremos las conclusiones a las que se ha llegado.
¿Los alimentos congelados pierden calidad?
El estudio en cuestión se publicó en la Journal of Food Composition and Analysis y de él se extrae que las frutas y verduras congeladas tienen la misma calidad que sus equivalentes frescos. Ha sido llevado a cabo por la Universidad de Georgia, que desde hace dos años está analizando una serie de alimentos como los guisantes, el brócoli o las fresas. En este sentido, se analiza el nivel de vitamina C, betacaroteno y folato de estos alimentos en tres estados distintos: recién comprado, congelado y cuando lleva cinco días en la nevera.
¿Cuál fue el resultado? Pues que apenas había diferencias significativas en el aporte de nutrientes entre las tres formas de almacenamiento, aunque eso sí, los alimentos congelados conservan mejor sus propiedades que los refrigerados que se guardan en el frigorífico. Según los encargados de la investigación, la comida en la nevera pierde sus nutrientes de forma progresiva y a partir de los cinco días esta tendencia se acrecienta.
¿Todos los congelados son mejores?
No todos los alimentos se conservan igual de bien cuando están congelados. Los productos naturales que se congelan después de su recolección (como las verduras y frutas) o sacrificio (en el caso de la carne y el pescado) preservan sus valores nutricionales, frescura y sabor a la perfección. Además, al estar ya limpios y cortados son muy cómodos a la hora de cocinar, por lo que sería buena idea congelar por ejemplo unas espinacas antes de dejarlas cuatro o cinco días en la nevera, ya que retendrán más cantidad de vitamina C y estarán más sabrosas.
Sin embargo, la comida precocinada que podemos comprar en un supermercado contiene una gran cantidad de grasas y aditivos, por lo que tenemos que limitar su consumo debido a sus altas calorías. En este grupo entrarían la lasaña, las croquetas o las patatas fritas. Un apunte final, no se deben volver a congelar los alimentos que ya han sido descongelados, así que si no se consumen lo mejor es tirarlos a la basura.
¿Congelado o ultracongelado?
Además, es necesario distinguir entre productos congelados y ultracongelados. Estos últimos han sido sometidos a bajas temperaturas en un rápido proceso que es muy eficaz para conservar el valor y las propiedades nutricionales de los alimentos. Este método se utiliza por ejemplo en la pesca en alta mar y en algunos casos puede ofrecer más calidad que los productos frescos que se compran en el mercado. Esto es debido a que la ultracongelación impide la aparición de las bacterias y limita la pérdida de nutrientes.