A todos nos ha pasado alguna vez. Llegamos a casa deseando disfrutar de una cerveza helada y nos damos cuenta de que está caliente, nuestro ánimo se viene abajo y acabamos desechando la idea. En la entrada de hoy os vamos a contar los mejores trucos que existen para enfriar la cerveza, para que así no os tengáis que ver nunca más en esta situación.
¿Cerveza caliente? Nunca más
Para resolver este problema existen 3 métodos que sin duda son los más efectivos y que vamos a ver a continuación.
Técnica de frotamiento
Esta genial técnica para enfriar la cerveza tan solo requiere tres minutos de tu tiempo. Para ello tenemos que pasar la bebida a un envase y después meter hielo con agua y sal en una bolsa de plástico especial, de esas que se usan para conservar los alimentos. Una vez hecho esto solo queda frotar la superficie del envase de la cerveza con esta bolsa hasta que esté completamente helada. Se recomienda usar guantes para que no te hagas daño en las manos.
El método de la servilleta
El segundo método que vamos a ver hoy consiste en envolver la botella con papel de cocina absorbente, después lo mojamos en agua y lo metemos en el congelador. El papel mojado en contacto con el frío va a hacer que en cuestión de minutos nuestra cerveza esté perfecta para tomar en un día soleado.
El uso de sprays
Y por último, aunque el tercer truco que os traemos es quizás el más desconocido de todos, es igual de efectivo que los anteriores. Para enfriar la cerveza con este método vamos a necesitar un spray de aire comprimido que deberemos poner boca abajo y dirigirlo hacia las cervezas, con un efecto muy similar al que obtenemos con la técnica de la servilleta.
Gracias a estos pequeños trucos vas a poder disfrutar de una cerveza helada siempre que quieras. ¿Una visita inesperada? Unos aperitivos, un poco de música y una bebida bien fría nunca van a faltar a partir de ahora a la cita.
¿Cómo beber correctamente la cerveza?
Además de la temperatura, que es algo esencial, también existen una serie de aspectos que son muy importantes y que tenemos que tener en cuenta a la hora de tomar una cerveza.
Para comenzar, a la hora de tirar la cerveza fíjate siempre en el nivel de la espuma, por norma general se considera aceptable que tenga uno o dos dedos, más sería excesivo. La cantidad exacta será más cómoda de lograr si inclinamos ligeramente el vaso en un ángulo de 45 grados.
Hemos visto qué hacer para enfriar la cerveza y para tirarla del barril, a continuación vamos a hablar sobre los vasos adecuados para servirla. Dentro de las múltiples opciones tenemos dos que son las más habituales: la jarra de cerámica y la de vidrio. La primera es quizás para aquellos que tienen un perfil de coleccionista, mientras que la segunda nos permite apreciar el sabor, aroma y color de la cerveza con total claridad.