Uno de los motivos tiene como objetivo la ventilación del jamón para que la humedad del mismo vaya desapareciendo poco a poco. Sin embargo, los orígenes de esta práctica se deben más bien a una tradición que cuenta con cientos de años.
Durante la época de persecución de los judíos por parte de los cristianos (siglos X – XIV) tener un jamón colgado en el techo significaba que allí se podía comer cerdo y que por lo tanto los dueños del establecimiento no eran judíos.
¿Conocéis más curiosidades sobre el jamón?