La gastronomía vasca se sustenta en el aceite de oliva, los productos frescos de la huerta y los tesoros del mar. Son muy populares la kokotxa en salsa verde, el bacalao al pilpil o los pimientos rellenos. ¡Sin olvidarnos de los puerros! Con los que se pueden elaborar porrusaldas y otros platos muy sanos y deliciosos. Si quieres saber más sobre este fantástico alimento, ¡te recomendamos que no te pierdas nuestra entrada de hoy!
Origen del puerro
Es complicado encontrar el origen del puerro. Algunos especialistas creen que se remonta a la antigua Mesopotamia, cuna de la civilización, pero las primeras evidencias las tenemos en el imperio egipcio. En los papiros se muestra que la dieta habitual de los trabajadores que construyeron las pirámides se basaba en cebollas, puerros y cerveza.
Como curiosidad, se dieron cuenta de que la producción descendía en gran medida cuando se abusaba de la cerveza. Así que tuvieron la idea de hervirla para evaporar el alcohol y que no produjera “efectos secundarios”. Como lees, por si fuera poco los egipcios también descubrieron la cerveza 0,0%.
Características de los puerros
El puerro pertenece a la familia de las Liliáceas y al género Allium, por lo que guarda parentesco con otras hortalizas como las cebollas, cebolletas y ajos. Dependiendo de su época de cultivo, se pueden dividir entre puerros de otoño/invierno y puerros de verano.
Los primeros tienen mayor diámetro y un sabor más intenso, mientras que los segundos son más pequeños, tiernos y proporcionan un gusto más suave en el paladar. No obstante, presentan un corazón leñoso, por lo que están considerados de menor calidad.
¿Cómo elegir los puerros?
Para empezar, asegúrate de que el tallo tiene una textura consistente, es recto y de color blanco. Los mejores ejemplares poseen hojas planas de un color verde oscuro. Por el contrario, debemos evitar aquellos puerros con marcas o abultamientos en su tallo, así como hojas amarillentas o blandas.
En cuanto a su conservación, se pueden guardar sin problemas en la nevera durante unas 2 semanas, aunque una vez cocinados han de consumirse en 1 o 2 días para que no resulten indigestos. También podemos congelarlos crudos hasta 3 meses. ¿Y cocinados? No te lo recomendamos, ya que afectará en gran medida a su sabor y textura.
Los mejores platos que puedes preparar
La porrusalda es una de las recetas más tradicionales de la cocina vasca. Se trata de una sopa de puerros y patatas que es ideal para combatir el frío durante los meses de invierno. Muy sabrosa, sana y nutritiva, que acompañada de una pieza de merluza o bacalao se convierte en un menú perfecto para dietas de adelgazamiento.
Pero nosotros te aconsejamos que pruebes esta Lubina a la parrilla, berberechos a la marinera y polenta de puerro del duranguesado, un plato espectacular que aporta un montón de minerales, vitaminas, fibra y calcio. ¿Dónde puedo encontrarlo? En el menú Txindoki de Boroa.
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