La palabra tomate, deriva de la palabra en nahuatí (lenguaje que hablaban los aztecas de América Central) “tomatl”. Esta hortaliza viajó desde Perú a España en 1519 atravesando el Atlántico aunque sus comienzos no fueron muy buenos ya que fue considerado producto tóxico y aunque a veces se aplicaba con fines medicinales, su consumo estaba desaconsejado.
La confusión no podía durar eternamente y los marineros europeos se animaron a probarlo viendo a los americanos consumirlo sin problemas. Por fin en 1731 el botánico Phillip Millar limpió la reputación del tomate convirtiéndose en protagonista de innumerables platos. Se generalizó en toda Europa por su sabor, su ductilidad y facilidad de cultivo.
¿Conocíais la historia del tomate?