En la entrada de hoy vamos a hablar de la perdiz, una de las carnes más sabrosas que puedes imaginar y que está disponible estos meses coincidiendo con la temporada de caza. Se puede preparar de muchas formas distintas, aunque nosotros os vamos a recomendar que la toméis con salsa Perigord y unas angulas del monte. ¿Quieres saber cómo? Sigue leyendo y lo descubrirás.

La perdiz: un manjar poco conocido

La perdiz siempre ha estado presente en nuestras mesas, aunque hace algunos siglos lo habitual era elaborarla al escabeche, ya que así se podía conservar más tiempo. Dentro del mundo de la caza, era una de las presas más apreciadas por su increíble aroma y sabor, un status que no ha desaparecido con el paso del tiempo.

Características de la perdiz

Entre todas las aves de caza, la perdiz es la que posee una mayor cantidad de proteínas y sal cuando se cocina. Además, cuenta con altos índices de minerales como el hierro, fósforo, magnesio o potasio, así como vitaminas del tipo B y apenas grasa. Por lo tanto, se trata de un alimento saludable que podemos incluir sin problemas en cualquier dieta equilibrada. Lo único que debes en tener en cuenta es que la perdiz no está recomendada para personas con gota o hiperuricemia, ya que tiene un gran aporte de ácido láctico que acaba transformándose en ácido úrico.

El sabor de la perdiz

Las perdices son omnívoras. Durante sus primeras semanas se alimentan exclusivamente de insectos para propiciar su crecimiento, pero una vez que llegan a edad adulta su dieta se basa casi por completo en el grano. Esto afecta a la textura y sabor de la carne, de igual forma que lo hace la movilidad del animal. En este sentido, son más sabrosas las perdices que pueden caminar e incluso volar que las que se encuentran es espacios muy reducidos, ya que las primeras desarrollarán mejor sus músculos y quedarán perfectas en nuestras recetas.

También hay diferencias entre los ejemplares machos adultos, que tienen un sabor más intenso, y las hembras y otras piezas más jóvenes. Los primeros requieren además un mayor tiempo de cocción, mientras que los últimos suelen resultar más tiernos y jugosos.

El sabor de la perdiz es en general fuerte y aromático, muy apreciado por los amantes de la caza y aquellos que gustan de experiencias únicas. Las piezas de mejor calidad son las que presentan una carne pálida, blanda y gruesa. Se cocinan a fuego lento para que queden jugosas y, aunque hay que tener paciencia, el resultado merece la pena.

Sé feliz como una perdiz

Si quieres disfrutar como un niño no dudes en acudir a Boroa para probar nuestra Perdiz estofada en salsa Perigord con angulas del monte. La temporada de caza comienza en octubre y finaliza en febrero, por lo que aun estás a tiempo de saborearla 100% fresca y con todas sus cualidades intactas. ¡No pierdas la oportunidad!