Hoy en día resulta complicado pensar que la sal, un producto que se encuentra en abundancia y a bajo coste, pudiera tener tanta importancia en nuestro pasado. Pero hay que tener en cuenta que la sal era indispensable para conservar los alimentos antes de la llegada del frío industrial. En este sentido, dado su carácter esencial, no es de extrañar que muchas guerras hayan comenzado para controlar estos procesos, que han estado siempre ligado al progreso de los pueblos. Y sin duda, una de las sales más conocidas de nuestro país es la sal de Añana, que se encuentra en el Valle Salado.
El Valle Salado
Sin duda alguna, el Valle Salado es uno de los mayores exponentes que podemos encontrar en nuestra singular historia de la sal, conocida en la antigüedad como “oro blanco”. Y cuando surgían estas fuentes naturales de salmuera inevitablemente a su alrededor comenzaban a desarrollarse la población y la industria asociadas a tales prácticas. Estos poblamientos, en muchos casos, han estado ininterrumpidos durante miles de años y se ha mantenido hasta la actualidad.
Una singularidad biológica
Lo que ha propiciado la salinidad de la zona es un fenómeno geológico que se conoce como “diapiro”. Esto significa que un antiguo mar situado bajo tierra y desaparecido hace millones de años surge y empuja la sal hacia el exterior. Esta sal gema se disuelve por la acción del agua dulce que se encuentra dentro del diapiro y esto permite que salga a través de los manantiales de la zona.
La rica biodiversidad del Valle Salado permite la existencia de especies muy singulares, como es el caso de la Arthemia Parthenogenetica, un pequeño crustáceo de apenas 3 milímetros, lo que ha posibilitado su ingreso en la Lista de Humedales Ramsar, de prestigio internacional. Además, su paisaje único es producto de la fricción orogénica, que ha permitido el afloramiento de estructuras líticas de época Mesozoica, formadas por cerros y valles que dibujan un mosaico excepcional.
Tipos de sal
En el Valle Salado podemos encontrar 4 tipos de sales distintas:
Sal Mineral de manantial: se tratan de cristales de sal que tienen una gran pureza debido al origen natural de la materia prima y sus procesos. La salmuera aparece en la superficie a través de canalizaciones subterráneas, que en algunos casos cuentan con más de 100 millones de años de antigüedad. Se trata de una sal de excelente calidad, rica en minerales y otros alimentos, buena para la salud y excelente para realzar el sabor de los alimentos.
Escamas de Flor de Sal: son pequeñas láminas que se forman en la superficie al evaporarse la salmuera. Su textura es muy crujiente y su proceso de recolección debe hacerse exclusivamente a mano antes de que vuelvan al fondo. Este tipo de sal normalmente se usa para decorar platos exquisitos, un toque final para las más lujosas carnes y pescados.
Sal Líquida de manantial: también conocida como “oro líquido”, que brota directamente de los manantiales y se concentra en los salineros hasta que alcanzan los 280 gramos por litro. Se suele usar para pulverizar sobre los alimentos, especialmente ensaladas.
Chuzo de sal: es una especie de estalactita de sal muy fina, que tiene gran pureza y calidad. Se forma debido a las filtraciones producidas durante millones de años, que forman canales y hacen surgir la salmuera hacia el exterior. Esta sal se disuelve rápidamente en la boca y se suele usar sobre los platos ya finalizados.
